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Instituto Nacional Sanmartiniano

205º Aniversario de la Batalla de Maipú. 90 años del Instituto Nacional Sanmartiniano.

Palabras del presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano, Eduardo García Caffi, en el acto oficial en Plaza San Martín en conmemoración del 205º aniversario de la Batalla de Maipú y los 90 años de la creación del Instituto Nacional Sanmartiniano.

A 205 años de la histórica victoria del Ejército de los Andes en la Batalla de Maipú, esta vez no me detendré en los aspectos militares del heroico desempeño de argentinos y chilenos aquel 5 de abril de 1818, a fin de no superponer conceptos con los demás oradores.

En esta breve alocución me referiré a Maipú como manifestación emergente del espíritu de liderazgo en la adversidad, como muestra de una determinación política robustecida por la conciencia de la misión histórica que se estaba protagonizando y como el despertar de nuevos actores individuales y colectivos colocando sus máximos esfuerzos al servicio del ideal emancipador.

Por eso, a diecisiete días de la noche oscura de Cancha Rayada, los esfuerzos mancomunados de pueblo y ejército, y las fuertes convicciones de liderazgo de San Martín, harían posible la jornada luminosa de Maipú.

Si el derrotismo se hubiese impuesto, no podríamos estar aquí recordando al héroe cuyas hazañas nos convocan, porque no existirían ni un país independiente ni una Sudamérica emancipada.

En tiempos revolucionarios, se hallan en pugna las ideas que se resisten a retirarse y las que pretenden sustituirlas, los modelos de hacer la guerra conocidos frente a la audacia de los nuevos y el emerger de actores que dejan de ser sujetos pasivos de la Historia para comenzar a protagonizarla activamente.

Cada hombre y cada mujer.

Cada pueblo y cada nación sudamericana.

San Martín y O’Higgins, nacidos el mismo año, amigos entrañables, hermanados por idénticas y firmes convicciones políticas y militares, combatieron en Chacabuco, sobrellevaron los momentos más difíciles de la campaña y sellaron su unidad, y la de nuestros pueblos, abrazándose en Maipú.

Nuestro Libertador sabe ser el líder capaz de coordinar y orientar todas esas aspiraciones sociales e individuales, poniendo su mayor esfuerzo para encaminarlas en forma virtuosa. En ese contexto, mantener la moral alta de quienes habían sufrido la derrota en Cancha Rayada resulta fundamental para que el rotundo triunfo de Maipú se hiciera posible diecisiete días después.

Para que la campaña fuera exitosa en lo militar, no podía estar disociada de una visión política basada en un sentimiento ético que adoptara, como eje central de su accionar, el espíritu de un pueblo cuyo anhelo esencial era el de vivir en un continente libre y con identidad propia.

Y qué mejor para interpretar la magnitud de tal aspiración que un líder como San Martín, con plena conciencia política de la misión histórica que el destino le había reservado.

San Martín desea que se comprenda que los ejércitos que él comanda son para liberar, no para conquistar. Y que esto se vea reflejado en los diarios en un momento en que comienza a ser creciente y crucial la importancia de la prensa como difusora de noticias, ideales revolucionarios y debates que se desarrollan en paralelo con las acciones bélicas.

El 5 de abril de 1818, el Libertador tiene dos objetivos: asegurar la Independencia de Chile y que las primeras planas de los periódicos del Viejo Continente reflejen el gran revés militar de las fuerzas de Fernando VII y su nostálgico absolutismo.

Simón Bolívar, al enterarse de la victoria de Maipú, recobra nuevos bríos para su campaña libertadora al destacar con alborozo: “La hora de América ha llegado”.

Ciento quince años después de la Batalla de Maipú, el doctor José Pacífico Otero, animado por el célebre artista plástico Benito Quinquela Martín y el destacado historiador Enrique de Gandía, lleva adelante junto a una laboriosa comisión directiva, la creación del actualmente denominado Instituto Nacional Sanmartiniano. Fue un día como hoy, hace noventa años, el 5 de abril de 1933. Y es un fuerte motivo de compromiso para nosotros.

El doctor Otero había escrito previamente su “Historia del Libertador Don José de San Martín”, que representó para él sucesivos viajes a Europa para rastrear documentación que le permitiera dar forma a una voluminosa biografía de consulta obligada. Nuestros objetivos fundacionales se han mantenido a través del tiempo, con las adecuaciones propias que cada época y cambio social requiere: investigar, difundir, educar, capacitar y promover el homenaje permanente a la vida, obra y legado del Padre de la Patria.

Hoy es el momento propicio para anunciarles que, muy pronto, pondremos al alcance de todos, por medios digitales, nuestra obra emblemática: los “Documentos para la Historia del Libertador General San Martín”. Hasta el presente, la colección alcanza un total de veintiún tomos. Es motivo de verdadera satisfacción y alegría para mí resaltar que este logro se consiguió apelando a nuestros propios recursos técnicos y al esfuerzo comprometido, arduo y colaborativo del calificado personal del Instituto que intervino en el proyecto.

Cada 5 de abril es, para nosotros, un desafío, porque nos permite evocar que el mejor triunfo puede sobrevenir a la peor derrota.

Porque nos permite ampliar nuestra visión con criterios razonables, aperturistas y flexibles, para tratar de advertir que siempre habrá nuevos actores y fenómenos a los que debamos prestar atención.

Porque nos recuerda que los esfuerzos llevados adelante en tiempos de guerra deben igualarse, y hasta superarse, en los tiempos de paz, para propender a la construcción de una Patria justa y libre, humanista y soberana en la que el pensamiento sanmartiniano sea su piedra angular.

Argentinos y chilenos integraron el mismo Ejército, victorioso en Maipú.

Argentinos y chilenos estamos aquí para evocar los 205 años de esa gesta en la que San Martín supo ser Comandante en Jefe y líder de esa unión fraterna forjada bajo la bandera de la libertad y el compromiso con un destino soberano.

El liderazgo de nuestros próceres fue posible porque hubo detrás de ellos un pueblo dispuesto a respaldar esa lucha decisiva para romper las cadenas, dejar de ser súbditos y convertirse en ciudadanos.

La Embajada de la República de Chile y el Regimiento de Granaderos a Caballo, a su vez, honran al Instituto Nacional Sanmartiniano con la organización de este acto conjunto que, para quien les habla, constituye un doble orgullo: el recuerdo imborrable de Maipú y el nonagésimo aniversario de nuestra querida Casa.

Construir la Historia con vistas al porvenir es el desafío del presente, arraigado sobre las bases sólidas de los laureles que supimos conseguir.

Esta Plaza nos une.

La Patria Grande nos hermana.

Muchas gracias.

Eduardo Emanuel García Caffi. Presidente – Instituto Nacional Sanmartiniano