Estimados Compatriotas:
En estricto cumplimiento de las directivas emanadas de las autoridades nacionales, como consecuencia de una emergencia sanitaria que nos compromete a todos y a cada uno, el Instituto Nacional Sanmartiniano se ha visto obligado a cerrar sus puertas físicas, aunque no las virtuales.
Eso quiere decir que, merced a las posibilidades inmensas y constructivas que nos ofrece el mundo virtual, nos mantendremos comunicados a través de nuestra página oficial y de Facebook; porque el Instituto Nacional Sanmartiniano es mucho más que su edificio: está vivo en cada uno de los que lo integramos.
Es nuestro deber. Y actuamos así en honor al legado del Padre de la Patria y Libertador de la Argentina, Chile y Perú.
El General San Martín y sus hombres supieron, con inteligencia, fervor y patriotismo, administrar los pocos recursos de que disponían para formar un Ejército que llevaría la libertad a medio continente y que fue el garante de nuestra Independencia.
Con valor, supieron afrontar los momentos de adversidad y de incertidumbre, que fueron signos permanentes de nuestra Historia desde sus inicios. Y que le dieron la fuerza interior suficiente como para afrontar grandes desafíos que nos coronaron de gloria.
Ayer el desafío era salir a pelear por construir una Patria soberana, libre, justa e independiente.
Hoy estamos ante una lucha distinta e inédita: para enfrentar un virus, hasta que podamos combatirlo con éxito y vencerlo, debemos quedarnos en nuestras casas, pero no por ello dejar de trabajar por otros medios.
Es el mejor homenaje que podemos hacerles no sólo a quienes escribieron las primeras páginas de nuestra Historia, sino a quienes deben movilizarse para brindar servicios atendiendo enfermos, preparando insumos para la crisis y velando por nuestra seguridad con el mismo espíritu que mancomunó al General San Martín, pueblo y soldados en el Cuyo heroico de los años previos al Cruce de los Andes.
La mejor muestra que podemos ofrecer de que el espíritu sanmartiniano se ha encarnado en nosotros es mantener la unión en esta hora difícil para poder superarla.
Y en todo momento, hoy y siempre, tener presente la Canción Patria que nos hermana.
Para que cuando, de a poco, vayamos retornando a nuestros lugares físicos de trabajo y superando esta prueba dura, no sólo los libres del mundo, sino también nosotros mismos, podamos decir –y decirnos– con orgullo: “¡Al gran pueblo argentino, salud!”.
Un saludo fraterno y sanmartiniano.
Eduardo Emanuel García Caffi
Presidente – Instituto Nacional Sanmartiniano
