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Instituto Nacional Sanmartiniano

Carta de los embajadores Nicolás Monckeberg y Rafael Bielsa

Compartimos carta de los embajadores Nicolás Monckeberg y Rafael Bielsa con motivo de los homenajes al Libertador General San Martín en el 170º aniversario de su Paso a la Inmortalidad.

Compartimos con ustedes carta del embajador de Chile en Argentina, Nicolás Monckeberg, y del embajador de Argentina en Chile, Rafael Bielsa, publicada días pasados en el diario El Mercurio de Chile, con motivo de conmemorarse próximamente el 170º aniversario del Paso a la Inmortalidad del Libertador General San Martín. El próximo lunes nos encontraremos con ellos para homenajear juntos al Libertador de América.

Señor Director:

El próximo 17 de agosto se cumplirán 170 años de la muerte en Boulogne-sur -Mer, localidad costera de Francia, del Libertador José de San Martín.

Su legado es trascendente para varios países americanos, a cuya emancipación contribuyó de manera decisiva. En estos tiempos de bicentenarios se le ha recordado de manera recurrente, pues protagonizó numerosos eventos, de los más notables de esa época extraordinaria.

Desde luego encabezó el Ejército de los Andes que, en Chacabuco y luego en los campos de Maipú logró asegurar la independencia de Chile. Además, en fortuita coincidencia con la fecha de su muerte, pues ocurrió el 20 de agosto de 1820, estaremos celebrando el bicentenario del zarpe de la Expedición Libertadora del Perú, que también encabezara.

En estas dos empresas formidables, un factor clave del éxito fue la confianza, la lealtad y la sincera amistad que le unió al Libertador de Chile, Bernardo O’Higgins Riquelme. La amistad surge en Mendoza, durante los años del exilio, tras el Desastre de Rancagua y se prolongará durante casi treinta años, hasta la muerte de O’Higgins en 1842.

Juntos cruzaron la Cordillera en 1817 y su alianza fue clave para la liberación del Perú, país cuya independencia declaró San Martín en 1821 y que considera, hasta hoy, a O’Higgins, como uno de sus principales libertadores.

La amistad de ambos próceres es una bella metáfora de la que debe siempre unir a ambos pueblos. Las proezas que juntos realizaron son ejemplo de lo que dos países hermanos pueden lograr si unen sus fuerzas en pos de objetivos compartidos.

Como tantas veces se ha dicho, uno no siempre elije a sus compañeros de trabajo o a sus vecinos de barrio, pero sí elije la relación que quiere construir con ellos. San Martin y O’Higgins se abrazaron en Chacabuco y nos legaron su propósito de que sus hijos seamos hermanos. Hoy es tarea de las actuales generaciones que ese espíritu de hermandad crezca y se fortalezca día a día.

  

Nicolas Monckeberg                                             Rafael Bielsa

           Embajador de Chile                                    Embajador de Argentina

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